El cine desde los ojos de Monsiváis | |
Ivonne Monreal Vázquez | |
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Recordó que el maestro de la crónica narrativa mexicana montaba en la intimidad de su casa su propia salita de cine -luego de su divorcio con el cine mexicano posterior a la época dorada- donde desfilaban sus más cercanos, como Iván Restrepo o Sergio Pitol y muchos más, que acudían a degustar la selección preparada para cada ocasión.
Emma Roldán fue el nombre que el escritor le dio a está improvisada sala de proyección, donde igual desfilaban cintas de Hollywood que de la época de oro del cine mexicano: “era un lugar de culto al cine y a la amistad”, sintetizaba Bonfil.
El cine mexicano, dijo, era imprescindible para Monsiváis y sumamente significativo porque aportaban los rasgos característicos de la mexicanidad, siendo sus cintas favoritas ¡Esquina, Bajan! y Campeón sin corona, ambas de Alejandro Galindo.
Películas incluidas en el programa Las Imprescindibles de Monsiváis, con el que el Festival rinde tributo al escritor y a una de sus grandes pasiones, el cine, donde aunque gozaba del género negro y las comedias, reservaba un lugar especial al mexicano y a directores como Emilio Fernández, Roberto Gavaldón e Ismael Rodríguez.
El Compadre Mendoza y ¡Vámonos con Pancho Villa!, dirigidas por Fernando de Fuentes; Las Abandonadas, Salón México, Enamorada y Pueblerina, las cuatro de Emilio Fernández; Campeón sin Corona y ¡Esquina, Bajan!, de Alejandro Galindo, son algunas de las cintas que el Festival proyecta como un mero atisbo al gusto acendrado y tenaz de Carlos Monsiváis por lo que consideró el mejor cine mexicano”.
Personaje que convivía con sus múltiples homólogos, aportó por su parte el escritor mexicano Jorge Volpi, quien dibujó a un Monsiváis enorme, capaz de ver al mexicano desde dentro y por fuera y, de usar la ironía como pluma para escribir o redescubrir la realidad.
Fuente: http://www.cambiodemichoacan.com.mx/vernota.php?id=136034